viernes, 7 de junio de 2013

Creados para ser como Cristo

                                                                  


2 CORINTIOS 3:18
 “En la medida en que el Espíritu de Señor opera en nosotros, nos parecemos más a él y reflejamos más su gloria”
Solo el Espíritu Santo tiene el poder para hacer los cambios que Dios quiere efectuar en nuestras vidas. Este proceso se llama santificación. No puedes reproducir el carácter de Jesús si dependes de tu propia fuerza. Por el contrario, debes confiar y prestar atención al Espíritu que mora en nosotros.
Sin embargo, el Espíritu Santo libera su poder en el momento en que das un paso de fe. Dios espera que actúes primero. Dios también usa su  Palabra, su pueblo y las circunstancias para moldearnos. La palabra de Dios nos provee la verdad que necesitamos para crecer, el pueblo de Dios nos brinda el apoyo que necesitamos para crecer, y las circunstancias son el entorno donde practicar el carácter de Cristo.
1 JUAN 3:2
“Pero sabemos que cuando él venga, seremos como él, porque lo veremos como él realmente es.”
Llegar a ser como Cristo es un proceso de crecimiento largo y lento.
La madurez espiritual no es instantánea ni automática; es un desarrollo gradual y progresivo que llevará el resto de tu vida. Nuestra transformación espiritual en cuanto al desarrollo de carácter de Jesús se completará cuando lleguemos al cielo o cuando Jesús vuelva.
Cuando al fin podamos ver a Jesús perfectamente, llegaremos a ser exactamente como él. Jesús quiere hacernos como él mismo antes de llevarnos al cielo. Este es nuestro privilegio principal, nuestra responsabilidad inmediata y nuestro destino final.
Como crecemos
 ROMANOS 12:2
“Cambien su manera de pensar para que así cambien su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que es grato, lo que es perfecto.”
En cuanto decidas con seriedad llegar a ser semejante a Cristo, deberás empezar a actuar de una manera nueva. Tendrás que abandonar algunas rutinas viejas, desarrollar hábitos nuevos y cambiar intencionalmente tu manera de pensar. Hay dos partes en el crecimiento espiritual: llevar a cabo y producir. El llevar a cabo es nuestra responsabilidad, el producir es el papel que desempeña Dios. El crecimiento espiritual es un esfuerzo de colaboración entre nosotros y el Espíritu Santo.
FILIPENSES 2: 12-13
“Lleven a cabo su salvación con temor y temblor, pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad”
ROMANOS 12:2
 “Dejen que Dios los transforme en una nueva persona, cambiando su forma de pensar. “
El primer paso en el crecimiento espiritual es empezar por cambiar la manera de pensar. La manera en que pienses determinará cómo te sientes, y cómo te sientes influirá en cómo actúas. Para ser como Cristo debes desarrollar tu mente. El Nuevo Testamento llama a este cambio mental arrepentimiento, que en griego literalmente significa cambiar tu mentalidad. Arrepentirse significa cambiar tu manera de pensar: acerca de Dios con respecto a ti mismo, al pecado, a otras personas, a la vida, a tu futuro y a todo lo demás. Asumes la actitud de Cristo y su perspectiva.
1 CORINTIOS 13:11
“Cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño.”


Pensar como Jesús presenta dos facetas. La primera faceta de este cambio mental consiste en dejar los pensamientos inmaduros, los cuales son egoístas. La segunda faceta para pensar como Jesús consiste en que empieces a meditar con madurez, enfocándote en otros, no en ti mismo. Pensar en los demás es la esencia de ser semejantes a Cristo y la mejor evidencia del crecimiento espiritual. Esta manera de pensar es antinatural, va en contra de nuestra cultura, es rara y difícil. La única forma de aprender a pensar así es que nuestra mente se llene con la Palabra de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario