lunes, 3 de diciembre de 2012

ROMPE EL CASCARON DE TU TRAGEDIA.


                                                                   

1 Samuel 1:1-28; 2: 18-21

El gran maestro y el guardián se dividían la administración de un monasterio. Cierto día, el guardián murió y fue preciso sustituirlo. El gran maestro reunió a todos los discípulos para escoger quién tendría la honra de trabajar directamente a su lado.
 -Voy a presentarles un problema -dice el gran maestro- y aquel que lo resuelva primero, será el nuevo guardián del templo. Terminando su corto discurso, colocó un banquito en el centro de la sala.
 Encima colocó un florero de porcelana carísimo con una rosa que lo decoraba.
 -Este es el problema- dice el gran maestro, señalando el florero.
 Los discípulos contemplaban perplejos, veían: los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y la elegancia de la flor. ¿Qué representaba aquello? ¿Qué hacer? ¿Cuál sería el enigma?
 Después de algunos minutos, uno de los discípulos se levantó, miró al maestro y a los alumnos, después, caminó resolutamente hasta el florero y lo tiró al suelo, destruyéndolo.
 -Usted es el nuevo guardián -dijo el maestro. Al volver a su lugar el alumno, el gran maestro explicó:
 -Yo fui bien claro, dije que ustedes estaban delante de un problema.
 No importa cuán bello y fascinante sea un problema, tiene que ser eliminado.
 "Un problema es un problema"; puede ser un florero de porcelana muy caro, un lindo amor que ya no tiene sentido, un camino que precisa ser abandonado, por más que insistimos en recorrerlo porque nos trae confort.

I.- EL TORMENTO DE NO VER RESPUESTA (1ª Samuel 1:1-8).

1) Ana era amada y apreciada por su esposo, pero era estéril (v.5, v.8).

   1.1.- No hay tormenta más grande que desear un hijo y no verlo llegar.

2) Ana amaba al Señor, cumplía con andar en sus caminos (v.3).


    2.1.- Pero eso no era contundente para ella de ver respuesta a su deseo de ser madre


    2.2.- Las mil y una preguntas pasan por la mente en situaciones así.
          - ¿Por qué? ¿Por qué yo? ¿Qué hice? ¿Cuál es mi pecado? ¿? ¿? ¿?.

3) Ana, aparte de no ver respuesta, tenía un aguijón clavado en su costado: “Penina”

    3.1.- En el día de su alegría, Penina le recordaba su esterilidad (v.5-6).
    3.2.- Lo hacía cada año, regocijándose al ver triste a Ana (v.7).

4) Ana un día tuvo que dejar de ser buena y normal, y se atrevió a ir más allá de su vida
con el Señor, de su vida conyugal (v.9) “Se levantó”

    4.1.- Todos tenemos un momento así en la vida, te quedas postrado en tu dolor o te
levantasy vives. Ejps. Jairo, La mujer del flujo de sangre (Marcos 5: 24-34)
             La mujer sirofenicia (Marcos 7: 24-30). El Hijo pródigo (Lucas 15: 11-24)
    4.2.- Ana rom
pió con su nivel de oración, fue mas allá, entró al lugar santísimo (v.10).
- Descargo, su alma, lloró, se sacó el tormento.

- Oró al Señor con todo su ser, con su vida entera.
- Eso es lo que Pablo dijo (Romanos 8:26-27; Gálatas 4:19).
- ¡Rompe con tu nivel!
- ¡Rompe con tu tormento!

II.- El valor inmenso de los pactos y de la entrega de ti, tu familia, tus discípulos, tus    
Posesiones al Señor (vss. 11-20).

1)      El valor de los pactos y la entrega al Señor (v.).

1.1.- Ana pactó por un hijo para entregarlo al Señor, no por la sanidad de su     esterilidad.
1.2.- Ana pactó por un hijo dedicado, consagrado al Señor.
      - Eso es lo que todos tenemos que hacer (Salmos 24:1).

      - Eso es lo que muchos pactan y luego no cumplen y les viene dolor y amargura
Por pactos no cumplidos.

      2) Ana pactó por algo específico (v.11) (noten las palabras precisas).

          2.1.- Para negociar con Dios debes ser específico, por eso las metas de oración.

  3) Ana oró largamente y fue mal interpretada por Elí (v.12-14).

3.1.- Eso era un dardo tirado por el enemigo para sacarla fuera del voto que hizo.
3.2- Mucha gente que pactó de oídas, el diablo les metió pensamientos, palabras   
equivocadas y los puso fuera de lo que Dios tenía para ellos.
3.3.- Por eso Hebreos 12:1.

      4) Ana respondió correctamente para no perder su oportunidad (vss. 15-17).

4.1.- Lo que viene es grande para todos, no dejes que nadie te robe lo que viene para ti   
         (Mateo 24:13).
4.2.- La señal de que Ana se sanó por dentro es el vs.18, comió y no estuvo más triste  
         (Eclesiastés 9:7-9).  ¡Aleluya!
- Dios te sana a ti para que tu milagro se manifieste.
- Y el mejor lugar es derramar tu corazón en la presencia del Señor.
    
  5) El resultado de ir más allá de lo normal.

5.1.- Dios se acordó de ella (v.19).
5.2.- Tuvo la inmensa alegría de la respuesta divina (v.20).
5.3.- Mantuvo su determinación de entregar su único hijo al Señor (v.21-23).

5.4.- Ana tuvo el gozo de entregar  a su Samuel al Señor (vss.24-28) (lo destetó).
      - Deja de luchar, entrega tu familia y discípulos al Señor.
     
6) El resultado glorioso de la entrega.

6.1.- Ana entró a una nueva dimensión espiritual (cap. 2:1-11).
6.2.- Samuel comenzó a ministrar al Señor (v.11, v.18; cap3:19-21).
6.3.- Ana recibió la bendición de la reproducción; vinieron más hijos (cap. 2:20-21).

Conclusión:

-          Es tiempo de entrega personal.
-          Es tiempo de entrega familiar.
-          Es tiempo de entrega discipular.
-          Es tiempo de entrega económica.
-          Es tiempo de entregar tiempo y talentos al Señor.
-          Salmos 103:17-18; Isaías 65:23-24.




Apóstol Claudio Palacios.